¿Qué son las enfermedades atópicas?

¿Qué son las enfermedades atópicas?

Las enfermedades atópicas son un grupo de afecciones médicas caracterizadas por una hiperreactividad del sistema inmunitario frente a sustancias normalmente inocuas, como el polen, el polvo, el pelo de animales o determinados alimentos. Estas patologías, agrupadas bajo el término "atopia", incluyen principalmenteel eccema atópico, la rinitis alérgica, la conjuntivitis alérgica y el asma alérgica. Suelen aparecer en la infancia, pero pueden persistir en la edad adulta. El factor común de estas enfermedades es una respuesta inmunitaria exagerada, que provoca diversos síntomas que afectan a la piel, las vías respiratorias y las mucosas.

1. Las causas de la atopia: predisposición genética y factores ambientales.

La predisposición genética desempeña un papel crucial en el desarrollo de las enfermedades atópicas. Si uno de los progenitores es atópico (es decir, padece una o más enfermedades atópicas), las probabilidades de que el hijo desarrolle atopia aumentan considerablemente. Sin embargo, esta susceptibilidad genética por sí sola no basta para explicar la aparición de los síntomas. A estos antecedentes de predisposición se añaden factores ambientales que favorecen la aparición de estas enfermedades.

Los factores ambientales incluyen la exposición a alérgenos como el pelo de animales, los ácaros del polvo, el moho y el polen, así como la contaminación atmosférica y el tabaquismo pasivo. El estilo de vida moderno, con sus alimentos procesados, mayor higiene y menor contacto con la naturaleza, se señala a menudo como causa indirecta del aumento de las enfermedades atópicas. La hipótesis de la higiene, por ejemplo, sugiere que la reducción de la exposición a agentes infecciosos en la primera infancia altera el desarrollo normal del sistema inmunitario, fomentando así respuestas inmunitarias inapropiadas.

2. Eczema atópico: una enfermedad inflamatoria de la piel

El eccema atópico, también conocido como dermatitis atópica, es una de las principales enfermedades atópicas. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que provoca sequedad cutánea, picor intenso y la aparición de manchas rojas a veces acompañadas de pequeñas ampollas supurantes. La enfermedad suele comenzar en los primeros meses de vida y afecta a alrededor del 15-20% de los niños en los países industrializados.

La piel atópica se caracteriza por una barrera cutánea defectuosa, que la hace más permeable a alérgenos e irritantes. Esto provoca una inflamación persistente, combinada con picores y erupciones. La mayoría de las dermatitis atópicas aparecen en niños, y aunque el eczema suele mejorar con la edad, algunas personas seguirán padeciéndolo enla edad adulta.

Los factores ambientales pueden agravar el eczema atópico, en particular las variaciones climáticas (aire seco, frío o calor excesivo), los productos irritantes como jabones o detergentes, y los alérgenos presentes en el entorno (polen, pelo de animales). Algunos alimentos también pueden desencadenar brotes en personas con dermatitis atópica, aunque esto es más frecuente en niños pequeños.

3. Rinitis alérgica: inflamación de las vías respiratorias superiores.

La rinitis alérgica es otra enfermedad atópica frecuente, caracterizada por la inflamación de las vías respiratorias superiores, especialmente la nariz. Se produce en respuesta a alérgenos como el polen (fiebre del heno), los ácaros del polvo doméstico, el pelo de animales o el moho. Los síntomas incluyen estornudos, goteo o congestión nasal, picor de nariz y, a veces, pérdida del olfato.

La rinitis alérgica es más frecuente en determinadas épocas del año, sobre todo en primavera y otoño, cuando hay una elevada concentración de polen en el aire. Sin embargo, también puede ser permanente en personas expuestas continuamente a alérgenos domésticos como los ácaros del polvo o los animales domésticos.

Las personas con rinitis alérgica suelen ser propensas a otras enfermedades atópicas, como el asma alérgica y la conjuntivitis alérgica. La relación entre rinitis y asma está bien establecida, ya que la inflamación nasal no tratada puede empeorar la inflamación de las vías respiratorias inferiores, desencadenando ataques de asma en individuos susceptibles.

4. Conjuntivitis alérgica: inflamación de los ojos.

La conjuntivitis alérgica es una inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Está causada por una reacción alérgica a sustancias como el polen, el pelo de animales o el polvo. Los síntomas incluyen enrojecimiento, picor, ardor o lagrimeo de los ojos, y sensación de tener un cuerpo extraño en los ojos.

Aunque benigna, la conjuntivitis alérgica puede ser muy molesta y a menudo interfiere en las actividades cotidianas. Al igual que otras enfermedades atópicas, está relacionada con una respuesta inmunitaria excesiva. Se asocia con frecuencia a la rinitis alérgica, y las personas que padecen una de estas enfermedades suelen desarrollar la otra.

5. Alergias alimentarias: un riesgo para los niños atópicos

Las alergias alimentarias son frecuentes entre las personas con dermatitis atópica, sobre todo en los niños pequeños. De hecho, es frecuente que un niño con eczema atópico desarrolle una alergia alimentaria, a menudo en los primeros años de vida. Los alérgenos alimentarios más comunes son la leche de vaca, los huevos, los cacahuetes, los frutos secos, el pescado y el marisco.

Las respuestas inmunitarias desencadenadas por las alergias alimentarias pueden provocar diversas reacciones, desde síntomas cutáneos (urticaria, eccema) a problemas gastrointestinales (vómitos, diarrea) e incluso reacciones graves como la anafilaxia, que requiere intervención médica urgente.

Los niños que padecen dermatitis atópica tienen mayor riesgo de desarrollar una alergia alimentaria, en parte debido a la alteración de la barrera cutánea. Esto permite que las proteínas alimentarias entren en contacto con el sistema inmunitario a través de la piel, lo que provoca la sensibilización.

6. El desarrollo de las enfermedades atópicas a lo largo del tiempo

Las enfermedades atópicas suelen evolucionar con los años, en un fenómeno conocido como "marcha atópica". Este término hace referencia a la progresión típica de las enfermedades atópicas, que suele comenzar con dermatitis atópica en los lactantes, seguida de la aparición de rinitis alérgica y asma alérgica a medida que el niño crece.

Aunque algunos niños con eczema atópico nunca desarrollan otras enfermedades atópicas, muchos desarrollarán una alergia respiratoria como rinitis o asma a lo largo de su vida. También es posible que los síntomas atópicos disminuyan con el tiempo, pero algunas personas seguirán padeciendo estas enfermedades enla edad adulta, aunque la intensidad de los síntomas disminuya.

El seguimiento médico regular y el tratamiento adecuado de los síntomas son esenciales para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes atópicos. El tratamiento se basa principalmente en evitar los alérgenos, utilizar antiinflamatorios como corticosteroides y antihistamínicos para aliviar los síntomas y, en algunos casos, la desensibilización (inmunoterapia).

7. Tratamiento y gestión de las enfermedades atópicas

Los casos de dermatitis atópica requieren un tratamiento médico adecuado, sobre todo cuando la enfermedad es grave o resistente a los tratamientos habituales.

La primera línea de tratamiento incluye la aplicación regular de emolientes para mantenerla hidratación de la piel y reparar la barrera cutánea. En caso de brotes inflamatorios, suelen recetarse corticoesteroides tópicos o inhibidores de la calcineurina para reducir la inflamación y aliviar el picor.

En algunos casos deeccema atópico grave, puede considerarse el uso de tratamientos sistémicos, como inmunosupresores o bioterapias, para controlar la inflamación crónica. Estos tratamientos suelen reservarse para las formas más graves de la enfermedad, cuando los tratamientos tópicos ya no son suficientes para controlar los síntomas.

El tratamiento de la rinitis alérgica y la conjuntivitis alérgica se basa principalmente en antihistamínicos, que reducen la reacción alérgica y los síntomas asociados. En algunos casos, pueden ser necesarios corticosteroides nasales para controlar la inflamación de las vías respiratorias superiores. La desensibilización alergénica, o inmunoterapia, también puede considerarse para los pacientes que sufren rinitis grave o persistente. Este tratamiento consiste en exponer gradualmente al paciente a dosis crecientes del alérgeno responsable para reducir la sensibilidad del sistema inmunitario.

En el caso de las alergias alimentarias, la estrategia principal sigue siendo evitar estrictamente el alimento responsable, con una mayor vigilancia para evitar la contaminación cruzada. Para los pacientes con riesgo de anafilaxia, es esencial prescribir un kit de emergencia que contenga adrenalina.

Conclusión

Las enfermedades atópicas son un grupo de patologías inflamatorias crónicas resultantes de una reacción inmunitaria exagerada a sustancias comunes en nuestro entorno.El eccema atópico es una afección frecuente en los niños, pero en las personas atópicas también pueden aparecer otras enfermedades como la rinitis alérgica, la conjuntivitis alérgica y las alergias alimentarias.

La predisposición genética, combinada con factores ambientales, desempeña un papel clave en el desarrollo de estas enfermedades. Aunque los síntomas pueden cambiar con el tiempo, lo que requiere un tratamiento adecuado en cada etapa de la vida, es posible controlar estas enfermedades eficazmente con tratamientos específicos y un estilo de vida saludable.

En conclusión, aunque las enfermedades atópicas pueden persistir en la edad adulta, un tratamiento precoz y adecuado permite a menudo limitar su impacto en la calidad de vida de los pacientes y evitar complicaciones a largo plazo.

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