
¿Cuáles son las causas del melasma?
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El melasma es una afección cutánea frecuente que se caracteriza por la aparición de manchas marrones en la cara, sobre todo en las zonas expuestas al sol, como la frente, las mejillas, el labio superior y la barbilla.
¿Qué es el melasma?
El melasma, también conocido como"máscara del embarazo" cuando aparece en mujeres embarazadas, es una hiperpigmentación de la piel resultante de una mayor producción de melanina.
¿Qué es la melanina?
La melanina es un pigmento biológico fundamental que desempeña un papel crucial en la determinación del color de la piel, el pelo y los ojos de los seres humanos y otros animales.
Sintetizada por células especializadas llamadas melanocitos, la melanina se encuentra principalmente en la epidermis, la capa externa de la piel.
Existen varios tipos de melanina:
- Eumelanina, de color negro o marrón
- la feomelanina, que es rojiza o amarillenta
La producción de melanina se desencadena por la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol, un proceso que sirve para proteger la piel de los daños causados por estos rayos.
La melanina absorbe los rayos UV, minimizando su penetración en las capas más profundas de la piel y reduciendo el riesgo de mutaciones celulares y cáncer de piel. Esta función protectora explica por qué las personas de piel más oscura, que producen más melanina de forma natural, suelen tener menos probabilidades de sufrir quemaduras solares y ciertos tipos de cáncer de piel que las personas de piel más clara.
Además de sus funciones protectoras y estéticas, la melanina también interviene en diversos procesos biológicos, como la audición y la regulación de los radicales libres. Sin embargo, una producción excesiva o irregular de melanina puede dar lugar a trastornos de la pigmentación como el melasma, las manchas de la edad y la hiperpigmentación postinflamatoria, lo que subraya la importancia de este pigmento en la salud y el aspecto de la piel.
¿Cuáles son las causas del melasma?
- Exposición al sol
La exposición al sol es la causa más común del melasma. Los rayos ultravioleta (UV) estimulan a los melanocitos a producir más melanina, lo que provoca la aparición de manchas marrones. La protección solar mediante el uso regular de crema solar es esencial para prevenir y tratar el melasma.
2. Cambios hormonales
Las fluctuaciones hormonales desempeñan un papel crucial en la aparición del melasma. Por eso es especialmente frecuente en mujeres embarazadas y que toman la píldora anticonceptiva. Los tratamientos hormonales también pueden desencadenar o agravar el melasma al aumentar la producción de melanina.
Hormonas como los estrógenos y la progesterona pueden estimular significativamente la producción de melanina.
3. Predisposición genética
La predisposición genética es otro factor importante. Las personas con antecedentes familiares de melasma tienen más probabilidades de padecerlo. El origen étnico también puede influir en la prevalencia del melasma, ya que las personas de piel más oscura corren mayor riesgo.
4. Cosméticos irritantes
Algunos productos cosméticos y tratamientos cutáneos pueden irritar la piel y desencadenar una producción excesiva de melanina. Por lo tanto, es aconsejable utilizar productos adecuados que sean suaves con la piel, especialmente para las personas predispuestas al melasma.
¿Cuáles son los distintos tipos de melasma?
1. Melasma epidérmico
El melasma epidérmico se caracteriza por una pigmentación excesiva en las capas superficiales de la piel, principalmente la epidermis. Este tipo de melasma suele ser más fácil de tratar porque los agentes despigmentantes y los tratamientos tópicos pueden penetrar mejor y dirigirse a los melanocitos de esta capa superficial. Las características del melasma epidérmico incluyen manchas bien definidas de color marrón oscuro que son más visibles bajo la luz ultravioleta.
2. Melasma dérmico
El melasma dérmico se caracteriza por una pigmentación más profunda en la dermis, la capa subyacente de la piel. Este tipo suele ser más difícil de tratar porque los agentes tópicos no llegan fácilmente a los melanocitos situados en la dermis. Las manchas de melasma dérmico suelen aparecer como manchas de color marrón grisáceo y están menos definidas. Bajo la luz ultravioleta, estas manchas no son tan visibles como las del melasma epidérmico.
3. Melasma mixto
El melasma mixto combina las características del melasma epidérmico y dérmico. Se manifiesta por zonas de pigmentación tanto superficiales como profundas. Este tipo de melasma presenta una variedad de tonalidades, desde marrón oscuro a marrón grisáceo, y es visible bajo la luz ultravioleta. El tratamiento del melasma mixto puede ser más complejo, ya que requiere enfoques combinados dirigidos tanto a las capas superficiales como a las profundas de la piel.
4. Melasma indeterminado
En algunos casos, la profundidad de la pigmentación no puede determinarse claramente a simple vista, ni siquiera con el uso de dispositivos especializados como las lámparas de Wood. Este tipo de melasma se clasifica como indeterminado hasta que pueda realizarse una evaluación más detallada.
¿Cómo se trata el melasma?
El tratamiento del melasma depende del tipo de melasma (epidérmico, dérmico, mixto) y de la gravedad de las manchas pigmentarias. Estos son los principales enfoques utilizados para tratar el melasma:
1. Protección solar
La protección solar es esencial para prevenir el empeoramiento del melasma. El uso diario de una crema solar de amplio espectro con un FPS elevado (FPS 30 o superior) ayuda a reducir la exposición a los rayos UV, que pueden estimular la producción de melanina y oscurecer las manchas existentes.
2. Tratamientos tópicos
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Hidroquinona: Es el agente despigmentante más comúnmente prescrito para el melasma. Inhibe la enzima responsable de la producción de melanina. Las concentraciones varían y pueden requerir prescripción médica.
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Ácido azelaico: Este ácido actúa inhibiendo la tirosinasa, una enzima implicada en la producción de melanina. Suele utilizarse como alternativa a la hidroquinona, sobre todo en pieles sensibles.
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Alfahidroxiácidos (AHA) y betahidroxiácidos (BHA), comoel ácido salicílico: estos ácidos exfoliantes pueden ayudar a igualar el tono de la piel eliminando las células muertas y estimulando la renovación celular.
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Ácido kójico: Otro agente despigmentante que puede utilizarse solo o en combinación con otros ingredientes para reducir la pigmentación.
3. Peelings químicos
Los peelings químicos, como los que utilizan ácido glicólico, salicílico o tricloroacético, pueden utilizarse para exfoliar las capas superiores de la piel, reducir la pigmentación e igualar el tono cutáneo. Son especialmente eficaces para el melasma epidérmico.
4. Tratamientos con láser y luz pulsada intensa (IPL)
Los tratamientos con láser e IPL se dirigen selectivamente a las zonas de pigmentación excesiva. Pueden ser eficaces para tratar el melasma dérmico o mixto, disolviendo los pigmentos y estimulando la regeneración celular. Estos tratamientos deben ser realizados por profesionales cualificados para evitar efectos secundarios indeseables.
5. Combinación de tratamientos
En muchos casos, lo más eficaz es un enfoque combinado. Por ejemplo, el uso de hidroquinona o ácido azelaico por la mañana, seguido de un peeling químico o un tratamiento con láser a intervalos adecuados, puede proporcionar resultados óptimos al tiempo que minimiza los riesgos para la piel.
6. Evitar los desencadenantes
También es importante evitar los factores que pueden desencadenar o agravar el melasma. Esto incluye no sólo la exposición excesiva al sol, sino también el uso de productos que irritan la piel y controlar el estrés, que puede influir en las hormonas y agravar el melasma.