¿Cuáles son las causas de los lunares y cómo pueden controlarse?

¿Cuáles son las causas de los lunares y cómo pueden controlarse?

¿Qué son los lunares?

Los lunares, también conocidos como nevos, son formaciones pigmentadas en la piel resultantes del crecimiento de células pigmentarias llamadas melanocitos.

Estos melanocitos de la piel producen un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, el pelo y los ojos. Los lunares pueden variar en tamaño, color y forma, de redondos a ovalados, pero en general son manchas marrones o negras que aparecen en la superficie de la piel.

 

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¿Cuáles son las causas de los lunares?

La mayoría de los lunares se forman a lo largo de la vida, a menudo como consecuencia de la exposición a los rayos ultravioleta(UV) del sol. Los rayos UV pueden estimular la producción de melanina, provocando la aparición de estas pequeñas manchas en la piel. Sin embargo, es importante señalar que algunos lunares también pueden estar presentes al nacer y se heredan genéticamente.

Los lunares congénitos, también conocidos como nevos congénitos, están presentes desde el nacimiento o aparecen poco después. No están directamente relacionados con la exposición a los rayos UV, ya que la melanina, pigmento responsable del color de la piel, ya está presente en los recién nacidos.

La herencia desempeña un papel importante en la formación de lunares congénitos. Si los padres tienen lunares, es más probable que su hijo también nazca con uno. Sin embargo, aunque la herencia puede influir en la presencia de lunares, también intervienen en su desarrollo otros factores genéticos complejos.

En general, los lunares se consideran formaciones cutáneas benignas y no requieren ningún tratamiento particular. Sin embargo, es fundamental vigilar su evolución para detectar cualquier posible signo de cáncer de piel, en particular de melanoma.


¿Cómo vigilar los lunares y cómo reconocer un lunar preocupante?

Es aconsejable vigilar los lunares con regularidad para detectar cualquier cambio. En caso de duda, es imprescindible someterse a una exploración y consultar a un dermatólogo. La vigilancia es especialmente importante en presencia de lunares atípicos, caracterizados por bordes irregulares, color irregular o tamaño inusual.


El método ABCDE se utiliza a menudo para evaluar la peligrosidad de un lunar:

  • Asimetría: Los lunares normales suelen ser simétricos. Cualquier asimetría debe examinarse cuidadosamente.
  • Bordes: Los bordes regulares son normales, pero los bordes irregulares pueden indicar un problema.
  • Color: Lo normal es un color marrón uniforme. Las variaciones de color pueden indicar un problema.
  • Diámetro: Los lunares normales suelen tener menos de 6 milímetros de diámetro.
  • Evolución: debe notificarse cualquier cambio en el tamaño, la forma, el color o la textura del lunar.

Cuidado con los lunares

 

Factores de riesgo para el desarrollo de lunares atípicos

Los lunares atípicos, también conocidos como nevos displásicos, son lunares que presentan características inusuales en comparación con los lunares normales. Ciertos factores de riesgo pueden contribuir a ello 

  • Antecedentes familiares: las personas con antecedentes familiares de melanoma o lunares atípicos tienen un mayor riesgo de desarrollar lunares atípicos. Los factores genéticos pueden desempeñar un papel en la predisposición a este tipo de lunares.
  • Exposición a los rayos UV: Aunque no todos los lunares están directamente relacionados con la exposición al sol, los rayos UV pueden contribuir al desarrollo de lunares atípicos. La exposición excesiva al sol, sobre todo durante la infancia y la adolescencia, es un factor de riesgo.
  • Fototipo de piel: Las personas de piel clara suelen ser más propensas a desarrollar lunares atípicos. Las personas de piel clara y pelo rubio o pelirrojo tienen menos melanina para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV.
  • Antecedentes personales de quemaduras solares: las quemaduras solares repetidas, sobre todo durante la infancia, pueden aumentar el riesgo de desarrollar lunares atípicos. Una protección solar inadecuada también contribuye a este riesgo.
  • Número total de lunares: Las personas con un gran número de lunares tienen un riesgo potencialmente mayor de desarrollar lunares atípicos. Sin embargo, el número total de lunares no es el único indicador de riesgo.
  • Factores hormonales: Ciertos cambios hormonales, como los que se producen durante el embarazo, pueden influir en el desarrollo de lunares atípicos.
  • Edad: Los lunares atípicos suelen aparecer en la adolescencia y la veintena. Sin embargo, pueden desarrollarse a cualquier edad.

Es esencial tener en cuenta que, aunque estos factores pueden aumentar el riesgo, su presencia no garantiza necesariamente el desarrollo de lunares atípicos. El seguimiento regular de la piel, el reconocimiento de los signos de atipia y la consulta al dermatólogo en caso de duda son prácticas importantes para detectar y tratar cualquier problema en una fase temprana.

 

nevus


Control de lunares en el cuero cabelludo

Los lunares pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluido el cuero cabelludo. Debido a la presencia de pelo, puede ser más difícil detectar cambios en el cuero cabelludo. Sin embargo, es esencial vigilar esta zona con regularidad, sobre todo sila exposición al sol es frecuente. Los espejos y los peluqueros pueden ayudar a vigilar los lunares del cuero cabelludo.

Cómo prevenir la aparición de lunares

Aunque algunos factores relacionados con la formación de lunares, como los antecedentes familiares y la genética, son incontrolables, existen medidas preventivas que puedes adoptar para reducir el riesgo de que aparezcan nuevos lunares y minimizar los riesgos asociados a estas formaciones cutáneas. He aquí algunos consejos para prevenir la aparición de lunares:

  • Protección solar: La exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol es uno de los principales factores que contribuyen a la formación de lunares. Utiliza regularmente una crema solar con factor de protección elevado, incluso en días nublados, y evita la exposición excesiva al sol.
  • Evite las quemaduras solares: Las quemaduras solares frecuentes, sobre todo durante la infancia, aumentan el riesgo de desarrollar lunares atípicos. Protéjase del sol utilizando ropa protectora, sombreros y buscando la sombra durante las horas más calurosas del día.
  • Control regular: Revise su piel regularmente para detectar cualquier cambio en el tamaño, color, forma o textura de los lunares existentes. Presta especial atención a los lunares atípicos y consulta a un dermatólogo en caso de duda.
  • Ropa protectora: Lleve ropa que le cubra la piel, sobre todo cuando haga sol y calor. Elige sombreros de ala ancha, gafas de sol y ropa de manga larga para minimizar la exposición al sol.
  • Evite las camas solares: Las camas solares también pueden contribuir al daño causado por los rayos UV. Evita utilizarlas para reducir el riesgo de formación de lunares atípicos.
  • Dieta equilibrada: Ciertos nutrientes, como los antioxidantes presentes en frutas y verduras, pueden contribuir a una piel sana. Sigue una dieta equilibrada para tener una piel sana.
  • Gestión del estrés: el estrés crónico puede afectar a la salud de la piel. Adopta estrategias de gestión del estrés como la meditación, el yoga u otras actividades relajantes.
  • Consultas periódicas con un dermatólogo: Las consultas periódicas con un dermatólogo pueden ayudar a controlar su piel profesionalmente. Puede detectar y evaluar lunares atípicos, dar consejos preventivos personalizados y recomendar medidas adecuadas en caso necesario.

Es importante tener en cuenta que, incluso tomando estas medidas preventivas, no es posible eliminar por completo el riesgo de que se formen nuevos lunares. Sin embargo, estos consejos pueden ayudar a minimizar el riesgo y a mantener una piel sana. En caso de duda o si observa algún cambio sospechoso en su piel, consulte siempre a un profesional sanitario.


¿Qué es el melanoma?

El melanoma es un cáncer de piel poco frecuente, pero el número de nuevos casos al año va en aumento. También es una de las principales causas de cáncer en los jóvenes (los pacientes suelen tener entre 25 y 35 años).

El melanoma es la multiplicación incontrolada de melanocitos (células de la piel que producen melanina) que se han vuelto cancerosos. El tumor suele localizarse en laepidermis.

Si el melanoma no se trata a tiempo, puede hacer metástasis y extenderse a otros órganos. Esto puede justificar el tratamiento con quimioterapia, pero esto siempre lo determina su médico.

El riesgo de desarrollar un melanoma cutáneo es mayor si no se tienen en cuenta los elementos que hemos mencionado en materia de prevención.


Fuentes

  • Heistein JB, Acharya U, Mukkamalla SKR. Malignant Melanoma. 2023 May 22. En: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 ene-. PMID: 29262210.
  • Davis LE, Shalin SC, Tackett AJ. Estado actual del diagnóstico y tratamiento del melanoma. Cancer Biol Ther. 2019;20(11):1366-1379. doi: 10.1080/15384047.2019.1640032. Epub 2019 ago 1. PMID: 31366280; PMCID: PMC6804807.
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