
¿Cómo se trata la piel atópica?
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Las enfermedades cutáneas son numerosas y el acceso a los cuidados es cada vez más difícil, mientras que uno de cada dos franceses está acomplejado por su piel (estudio Ifop para Sanofi), fenómeno acentuado por las redes sociales.
El eczema es una afección de la que se habla con frecuencia. Las formas más comunes son la dermatitis atópica y el eczema de contacto. Te explicamos las causas y cómo reducir los síntomas.
¿Cómo reconocer un eczema?
El eccema es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se desarrolla en brotes. Es frecuente en niños, pero puede aparecer a cualquier edad.
Se caracteriza por hipersensibilidad, sequedad cutánea y, en ocasiones, lesiones cutáneas rojas y pruriginosas que pueden agrietarse o supurar si no se tratan.
Existen dos tipos principales: la dermatitis atópica (o eczema atópico) y el eczema de contacto.
Eczema de contacto: toda la información
El eccema de contacto está causado por una reacción alérgica que provoca la inflamación de la piel. Esta reacción se produce cuando la piel entra en contacto con un alérgeno al que ha estado expuesta. Puede permanecer localizado o extenderse a otras partes del cuerpo.
El eccema de contacto puede aparecer en personas sin predisposición genética.
¿Qué es la dermatitis atópica?
El eccema atópico, también conocido como dermatitis atópica, es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel causada por factores genéticos que predisponen a la hipersensibilidad. Por tanto, difiere del eczema de contacto, que es adquirido y puede tratarse imitando el factor desencadenante.
Es importante tener en cuenta que la dermatitis atópica no es contagiosa, lo que significa que no se puede contraer de alguien que la padezca.
¿A quién afecta la atopia?
Esta enfermedad puede afectar a personas adultas, pero suele aparecer muy pronto en la vida. Se cree que afecta a más de 2,5 millones de personas en Francia.
¿Cuáles son las causas del eczema atópico?
La dermatitis atópica está causada por una multitud de factores: una predisposición genética, una afección atópica y la sensibilidad ambiental.
Las causas exactas de esta afección cutánea no se conocen del todo, pero a continuación se indican algunos de los factores implicados:
- Factores genéticos: la piel con tendencia atópica se da en personas con antecedentes familiares de enfermedades alérgicas como eccema, asma o rinitis alérgica.
- Disfunción del sistema inmunitario: las personas con dermatitis atópica tienen un sistema inmunitario hiperactivo y una mayor reactividad a alérgenos e irritantes, lo que provoca una respuesta inflamatoria inapropiada en la piel.
- Barrera cut ánea deteriorada: los alérgenos penetran más fácilmente en la piel, lo que agrava la inflamación. Esto reduce la eficacia y la función de la barrera cutánea.
- Factores ambientales: pueden agravar los síntomas de la dermatitis atópica. Pueden incluir ácaros del polvo, mohos, sustancias químicas irritantes, cambios de temperatura, estrés, etc.
¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis atópica?
Los principales síntomas de la dermatitis atópica son piel seca, manchas rojas que pican, engrosamiento de la piel, aparición de pequeñas ampollas y periodos alternos de brotes y remisión del eczema.
Las fases de brote siempre van acompañadas de fuertes picores, que le irritan y le impiden dormir.
Durante las fases de remisión, la piel permanece seca y tirante, hasta el punto de picar.
La dermatitis atópica aparece principalmente en los pliegues de codos y rodillas, así como en manos, cuello y cara.
El estado de su piel atópica
Piel seca :
En el caso de la dermatitis atópica, la producción de lípidos de la piel es limitada. Como consecuencia, la piel suele estar muy seca, lo que contribuye a la fragilidad de la barrera cutánea y a la pérdida de hidratación. Por ello, es importante hidratar constantemente la piel con activos hidratantes y ceramidas.
Deterioro de la barrera cutánea :
La barrera cutánea de las personas con dermatitis atópica está comprometida. Deja de cumplir su función protectora y permite que los alérgenos e irritantes penetren fácilmente en la piel.
Inflamación crónica :
La dermatitis atópica se caracteriza por una inflamación persistente de la piel. Las células inmunitarias reaccionan de forma exagerada a los irritantes y las agresiones externas, lo que conduce a una producción excesiva de citoquinas proinflamatorias (moléculas de señalización producidas en respuesta a las infecciones) que promueven y amplifican la respuesta inflamatoria del organismo.
Enrojecimiento :
La inflamación crónica provocará enrojecimiento en varias partes del cuerpo.
Picor y lesiones cutáneas:
Son el síntoma más común de la dermatitis atópica. Causan grandes molestias y pueden provocar lesiones cutáneas causadas por el rascado excesivo.
¿Cómo deshacerse del eczema atópico?
Por desgracia, no es posible librarse del eczema atópico, que es una afección crónica. Pero hay formas de reducir los síntomas y aliviar el picor.A continuación se indican algunas medidas que puede adoptar para controlar el eccema atópico:
Consulte a un dermatólogo : podrá hacer un diagnóstico preciso y darle consejos específicos para su situación.
Hidrata tu piel: es esencial para mantener la barrera cutánea y reducir la sequedad. Utiliza cremas hidratantes sin perfume siempre que tu piel lo necesite.
Evite los desencadenantes: identifique los desencadenantes de sus brotes de eccema y evítelos en la medida de lo posible.
Controlar el estrés : puede empeorar los síntomas del eccema.
Lleva ropa suave y transpirable: la ropa áspera puede irritar la piel y contribuir a la inflamación.
Evite lavar la piel en exceso: especialmente con agua caliente durante demasiado tiempo, lo que puede provocar deshidratación.
¿Qué ingredientes son necesarios para la piel atópica?
Es imprescindible acudir a un dermatólogo para obtener recomendaciones precisas. No obstante, aquí tienes algunos ingredientes recomendados habitualmente para la piel atópica:
Ceramidas : son lípidos presentes de forma natural en la barrera cutánea. Ayudan a reforzar esta barrera y evitan la pérdida de hidratación.
Ácido hialurónico : puede retener hasta 1.000 veces su peso en agua, ayudando a mantener la piel hidratada.
Glicerina: atrae la humedad del aire circundante y la retiene en la piel. También refuerza la barrera cutánea y evita la pérdida transepidérmica de agua.
Aceites naturales: algunos aceites son ricos en ácidos grasos y ayudan a sellar la hidratación de la piel.
Niacinamida: conocida por sus propiedades hidratantes y calmantes, que ayudan a reforzar la barrera cutánea.
¿Qué hábitos y cuidados pueden agravar la atopia?
Ciertos hábitos pueden agravar los síntomas de la atopia. He aquí algunos ejemplos:
Jabones y geles de ducha agresivos : los productos de limpieza que contienen perfumes, colorantes o espumantes fuertes (sulfatos, MEA, TEA, etc.) pueden irritar la piel atópica. Por ello, es preferible utilizar productos de limpieza suaves con ingredientes reequilibrantes como los probióticos.
Exceso de agua caliente : puede resecar la piel y agravar la sequedad.
Frotarse en exceso : al salir de la ducha, lo mejor es secarse la piel con suaves golpecitos.
Perfumes y productos perf umados: los perfumes y los productos perfumados para el cuidado de la piel pueden provocar reacciones alérgicas o irritantes. Por eso recomendamos utilizar productos para el cuidado de la piel sin perfume.