
¿Cómo limpiar correctamente la piel del rostro? Por el Dr. Bambili Anais
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Comprender la importancia de limpiar la piel
Una piel limpia y bien cuidada es la base de un buen aspecto y una piel sana. Al eliminar las impurezas, el exceso de sebo y las células muertas, la limpieza regular previene la obstrucción de los poros, reduce el riesgo de granos y otros problemas cutáneos y favorece la renovación celular para prevenir la aparición de arrugas. Así es. Cuidar la piel y limpiarla bien es la base de cualquier rutina, ya sea antiimperfecciones o antiedad.
Las bases de una rutina de limpieza eficaz
Para empezar, el desmaquillado es un paso crucial, tanto si llevas maquillaje ligero como pesado, resistente al agua o no. Opta por un aceite limpiador suave: algunos basados enaceites vegetales, como el de jojoba, pueden disolver eficazmente el maquillaje sin resecar la piel. A continuación, realiza una doble limpieza con un gel limpiador adecuado a tu tipo de piel para eliminar las impurezas en profundidad.
Los diferentes tipos de limpiadores faciales
Existen varios tipos de limpiadores faciales, cada uno con sus propias características y beneficios. Aquí tienes una explicación de los principales tipos de limpiador facial:
- Gel limpiador
Son adecuados para la mayoría de los tipos de piel, pero algunos limpiadores en gel pueden estar formulados específicamente para pieles grasas o mixtas, ya que contienen ingredientes que ayudan a regular la producción de sebo. Los limpiadores en gel suelen ser apreciados por su textura ligera y refrescante, ideal para el uso diario.
Una de las ventajas de los limpiadores es su baja concentración de agentes espumantes, que resecan la piel, desequilibran la película hidrolipídica y atacan la microbiota.
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Limpiador espumante
Los limpiadores espumosos crean una ligera espuma al contacto con el agua, dejando la piel con una sensación de limpieza y frescor - pero esto puede ser sólo una sensación, ya que los agentes espumosos tienden a resecar la piel.
Son eficaces para eliminar las impurezas y el maquillaje.
Los limpiadores espumosos son adecuados para la mayoría de los tipos de piel, pero pueden ser particularmente populares entre aquellos con piel normal o grasa.
- Crema limpiadora
Los limpiadores en crema son limpiadores faciales ricos y nutritivos formulados para limpiar en profundidad a la vez que hidratan la piel.
Son ideales para pieles secas y sensibles, ya que su textura cremosa ayuda a prevenir la sequedad y a calmar la irritación.
Los limpiadores en crema se recomiendan a menudo para personas con piel madura, ya que ayudan a mantener la hidratación y a prevenir la pérdida de firmeza.
- Aceite limpiador
Están formulados con aceites vegetales o aceites ligeros que se transforman en una textura lechosa al contacto con el agua, eliminando eficazmente las impurezas sin dejar residuos grasos en la piel.
Los aceites limpiadores se recomiendan para todo tipo de pieles, pero pueden ser especialmente beneficiosos para las pieles secas y sensibles, ya que ayudan a hidratar y nutrir la piel a la vez que la limpian.
- Agua micelar
Las aguas micelares son limpiadores faciales suaves y polivalentes que contienen micelas, pequeñas partículas que atraen y eliminan las impurezas y el maquillaje de la piel.
Están formuladas sin jabón y sin aclarado, lo que las hace ideales para una limpieza rápida y cómoda cuando no se dispone de agua. Sin embargo, siempre que sea posible, es importante realizar una segunda limpieza para eliminar las impurezas "embadurnadas" por la aplicación del agua micelar.
Las aguas micelares son adecuadas para todo tipo de pieles, incluidas las sensibles, ya que son suaves y no irritan.
Exfoliación suave diaria para una piel radiante
La exfoliación es un paso clave para mantener una piel radiante. Opta por una exfoliación suave cada mañana y cada noche con productos que contengan ácido salicílico, gluconolactona, probióticos u otros agentes equilibrantes suaves. Estos ingredientes ayudan a desobstruir los poros, reducir las imperfecciones e iluminar los cutis apagados, al tiempo que minimizan la irritación.
Adaptar su rutina a su tipo de piel
Cada tipo de piel tiene unas necesidades de limpieza específicas. Para la piel seca, opte por productos suaves e hidratantes. Para la piel grasa, opte por limpiadores purificantes que regulen el exceso de sebo. Las pieles sensibles necesitan productos suaves y no irritantes, mientras que las pieles mixtas pueden beneficiarse de una combinación de productos adaptados a cada zona del rostro.
Sea cual sea tu tipo de piel, opta por productos biomiméticos e ingredientes exfoliantes suaves como el ácido láctico y el ácido salicílico.
Consejos prácticos y errores a evitar
Para optimizar su rutina de limpieza, asegúrese de utilizar agua tibia en lugar de agua caliente, que puede resecar la piel. Evita también los limpiadores demasiado abrasivos y los productos con ingredientes agresivos, que pueden irritar la piel.
Estos son algunos ingredientes que deben evitarse en los limpiadores faciales:
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Sulfatos
- Fragancias y colorantes sintéticos
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Alcoholes desnaturalizados
- Aceites minerales
Los aceites minerales, como la parafina y la vaselina, son ingredientes oclusivos derivados del petróleo que suelen utilizarse en los limpiadores por su capacidad para formar una barrera protectora sobre la piel. Sin embargo, estos ingredientes pueden obstruir los poros y provocar erupciones cutáneas, sobre todo en personas con piel propensa al acné o a las imperfecciones.
- Agentes de limpieza agresivos
Por último, no olvideshidratar tu piel después de limpiarla para mantener su equilibrio de hidratación.
Si sigues estos sencillos pasos e incorporas una exfoliación suave diaria a tu rutina de limpieza, podrás conseguir una piel más clara, luminosa y saludable. No olvides consultar a un dermatólogo si experimentas problemas persistentes en la piel, y no dudes en compartir tus propios consejos y experiencias en los comentarios a continuación.