¿Cuáles son las causas de la rosácea?

¿Cuáles son las causas de la rosácea?

La cuperosis, a menudo asociada a la rosácea, es una afección crónica de la piel que se manifiesta por enrojecimiento persistente y pequeños vasos sanguíneos visibles en la cara. Aunque se observa con frecuencia en personas de piel clara, sus causas exactas siguen siendo poco conocidas. Sin embargo, varios factores pueden contribuir a su aparición y empeoramiento.

¿Cuál es la diferencia entre rosácea y rosácea?

  • Rosácea: La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente a la cara. Se manifiesta a través de diversos síntomas, como enrojecimiento persistente, rubor, pápulas y pústulas (similares al acné) y, en algunos casos, afectación ocular o engrosamiento de la piel. La rosácea tiene varias formas, cada una con características diferentes.

  • Cuperosis: La cuperosis es uno de los síntomas de la rosácea, más concretamente de la forma vascular. Se caracteriza por un enrojecimiento persistente y la presencia de pequeños vasos sanguíneos dilatados (telangiectasias) visibles en las mejillas, la nariz, la barbilla o la frente. A diferencia de otras formas de rosácea, la cuperosis no incluye inflamación activa con pápulas o pústulas.

¿Cuáles son los síntomas de la rosácea y la rosácea cuperósica?

Rosácea

Las manifestaciones de la rosácea pueden variar considerablemente en función de su forma:

  • Forma vascular: Enrojecimiento persistente, rubor y vasos sanguíneos dilatados visibles (cuperosis).
  • Forma pápulo-pustulosa: Aparición de pequeñas protuberancias rojas (pápulas) y pústulas que recuerdan al acné.
  • Rosácea ocular: Afecta a los ojos, provocando enrojecimiento, irritación, sensación de quemazón y sequedad.
  • Forma hipertrófica (o fimatosa ) : Engrosamiento de la piel, a menudo en la nariz, que puede volverse bulbosa (rinofima).

Couperose

Se trata concretamente del enrojecimiento difuso y las telangiectasias (pequeños vasos sanguíneos dilatados) que aparecen en la cara. No se acompaña de las pápulas, pústulas o síntomas oculares que se observan en otras formas de rosácea.

  • Enrojecimiento persistente: Aparece principalmente en las mejillas, la nariz, la barbilla y la frente. Este enrojecimiento puede intensificarse con los cambios de temperatura, el consumo de alcohol, el estrés o la exposición al sol.
  • Pequeños vasos sanguíneos visibles: los capilares dilatados, también conocidos como telangiectasias, suelen ser visibles en la superficie de la piel, dando la apariencia de "hilos rojos".
  • Sensaciones de calor o quemazón: La piel también puede experimentar sensaciones de quemazón u hormigueo, sobre todo al aplicar productos cosméticos o al exponerse a factores irritantes.

¿Cuáles son las causas de la rosácea y la rosácea?

La causa precisa de la rosácea y, por extensión, de la cuperosis, aún no está claramente establecida. Sin embargo, varios factores pueden contribuir a su desarrollo y al empeoramiento de los síntomas:

  1. Predisposición genética: La cuperosis afecta principalmente a personas de piel clara, lo que sugiere un componente genético.
  2. Reacciones vasculares: Un síntoma común de la rosácea es el rubor, que provoca la dilatación de los pequeños vasos sanguíneos. Estas reacciones suelen desencadenarse por factores como el estrés, el calor, el alcohol, las comidas picantes o la exposición al sol.
  3. Inflamación crónica: la rosácea es una enfermedad inflamatoria, y la inflamación persistente puede dañar los vasos sanguíneos, provocando enrojecimiento facial y capilares dilatados.
  4. Factores ambientales y de estilo de vida: El clima, la contaminación, determinados productos cosméticos y los tratamientos locales inadecuados también pueden agravar los síntomas de la rosácea.
  5. Factores microbianos: Ciertos microorganismos, como el Demodex folliculorum (un ácaro que se encuentra en la piel), son más abundantes en las personas con rosácea, lo que podría desempeñar un papel en su aparición.

Tratamientos disponibles para la rosácea y la rosácea

No existe una cura definitiva para la rosácea o rosácea, pero varias opciones de tratamiento pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar el aspecto de la piel:

  • Tratamientos locales: Las cremas y geles que contienen metronidazol, ácido azelaico o brimonidina pueden reducir el enrojecimiento y la inflamación.
  • Antibióticos: los antibióticos como la doxiciclina se utilizan a menudo para tratar las formas más graves, como la rosácea papulopustulosa, debido a sus propiedades antiinflamatorias.
  • Láser y luz pulsada: Estos tratamientos son eficaces para reducir el enrojecimiento persistente y la dilatación de los vasos sanguíneos.
  • Cambios en el estilo de vida: evitar los desencadenantes conocidos (calor, alcohol, alimentos picantes, etc.) puede ayudar a prevenir las reagudizaciones y a empeorar los síntomas.

 

¿Qué rutina de belleza para la rosácea?

Una rutina de belleza adaptada a la cuperosis tiene como objetivo calmar la piel, reducir las rojeces, proteger los vasos sanguíneos debilitados y prevenir las irritaciones. He aquí una rutina de belleza diaria diseñada para la piel que sufre cuperosis:

1. Limpieza suave (mañana y noche)

Elige un limpiador suave, sin jabón ni perfume, que respete la barrera cutánea. Opte por fórmulas hidratantes y calmantes, como las que contienenagua termal,aloe vera o agentes regeneradores de lípidos (como la glicerina). Evite los limpiadores espumosos o los que contienen alcohol, que pueden irritar y resecar la piel.

  • Ejemplo de producto: Gel limpiador suave o leche limpiadora calmante.

2. Tónico calmante (mañana y noche)

Utiliza un tónico sin alcohol enriquecido con ingredientes calmantes comoel agua de rosas, la camomila o la niacinamida para reducir las rojeces y calmar la piel. Aplícalo suavemente con un disco de algodón o dando golpecitos con las manos.

  • Ejemplo de producto: Tónico hidratante con agua de rosas o tónico con niacinamida.

3. Suero antienrojecimiento (Mañana)

Aplique un suero especialmente formulado para pieles con tendencia a la cuperosis, que contenga ingredientes antiinflamatorios y calmantes como la niacinamida,el ácido azelaico y elextracto de regaliz. Estos ingredientes ayudan a reforzar los capilares y a reducir la aparición de rojeces.

  • Ejemplo de producto: Suero antirojeces con niacinamida o ácido azelaico.

4. Crema hidratante calmante (mañana y noche)

Elige una crema hidratante formulada para pieles sensibles o con tendencia a la cuperosis, rica en ingredientes calmantes comoel agua termal de manantialceramidaso bisabolol. Busca productos que refuercen la barrera cutánea, minimicen la inflamación y proporcionen una hidratación intensa.

  • Ejemplo de producto: Crema hidratante calmante con agua termal o ceramidas.

5. Protección solar (Mañana)

Aplíquese un protector solar de amplio espectro (FPS 30 como mínimo) todas las mañanas, incluso en días nublados. Los rayos UV agravan la rosácea al dañar los capilares y desencadenar la inflamación. Elija filtros minerales (óxido de zinc o dióxido de titanio), que irritan menos la piel sensible.

  • Ejemplo de producto: Protector solar mineral con FPS 30 o superior.

6. Maquillaje corrector (si se desea)

Utiliza un corrector verde para neutralizar las rojeces, seguido de una crema con color o una base de maquillaje formulada para pieles sensibles. Elige productos no comedogénicos, sin perfume y enriquecidos con agentes calmantes.

  • Ejemplo de producto: Corrector de rojeces verde y base de maquillaje calmante para pieles sensibles.

7. Cuidados específicos (Tardes)

Incorpora tratamientos específicos como sérums o cremas conácido azelaico o ceramidas para ayudar a reparar la piel y reducir las rojeces con el tiempo. Consulta a un dermatólogo para que te haga recomendaciones adaptadas a tu caso concreto.

8. Mascarillas calmantes (1 ó 2 veces por semana)

Aplica una mascarilla hidratante y calmante para reconfortar la piel y reducir las rojeces. Busca ingredientes como la miel,el aloe vera ola avena coloidal por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias.

  • Ejemplo de producto: Mascarilla hidratante con aloe vera o avena coloidal.

Consejos adicionales para la piel propensa a la cuperosis:

  • Evite los desencadenantes: limite la exposición al sol, evite en lo posible el alcohol, las comidas picantes, las bebidas calientes y el estrés.
  • Utiliza agua tibia: Lávate la cara con agua tibia en lugar de agua caliente, que puede dilatar los vasos sanguíneos.
  • Elige tejidos suaves: Utiliza toallas y almohadas de tejidos suaves (como el algodón o la seda) para evitar rozaduras.
  • Consulte a un dermatólogo: Si los síntomas persisten o empeoran, consulte a un profesional para recibir el tratamiento médico adecuado.

Volver al blog